viernes, 28 de mayo de 2010

Desde Montánchez: RODRÍGUEZ NI-NI-NI-NIZAPATERO


Ni reforma laboral, ni cambios estructurales, ni políticas sociales, ni apoyos parlamentarios, ni una alegría que echarse al cuerpo. Rodríguez Zapatero camina como un zombi y convoca a líderes mundiales en Río de Janeiro para hablar de “su” Alianza de Civilizaciones y ni va.

Va a ser difícil encontrar a alguien más desastroso en la Presidencia del Gobierno en las próximas diez generaciones.

En la situación a la que ha llegado, ¿por qué aguanta? ¿Qué le puede impulsar a levantarse cada mañana? Si es por deber patriótico, quizá sería mejor que le explicaran que le perdonamos el castigo. Si es por mantenerse a costa de lo que sea porque compró abono para cuatro años, que alguien piense el modo de devolverle el dinero. Si es porque cree que agarrándose al sillón va a mejorar y ganar las próximas elecciones, que vaya al médico porque está mal de la cabeza.

Este hombre que ahora sale por las televisiones dando gritos, diciendo que no admite críticas y que se oculta en el gran debate parlamentario, tiene mucho peligro. España, con él a la cabeza, ya es el hazmerreír del mundo, pero eso importa menos que la que nos puede caer encima.

Es tal su sectarismo, tales sus odios a quienes no piensan como él, y tal su necesidad de encontrar un bote salvavidas que no es de extrañar que acelere todos sus proyectos de izquierda radical para salir del poder dando un portazo. Y eso es peligroso.

A Zeta no le ha temblado la mano a la hora de denigrar la Transición, de crear el “cinturón sanitario”, de atacar los conceptos más básicos de la moral española. Ahora que necesita el voto comunista y antisistema más que nunca, ¿en qué estará pensando?

Tras el debate parlamentario en el que se quedó solo, Zeta se ha convertido en un peligro.

martes, 25 de mayo de 2010

Desde Montánchez: EN LA BOCA DEL INFIERNO

Albergues de madera de Mensajeros de la Paz en Haití.

Sesenta “mensajeros de la paz” han ido a Haití para inaugurar los albergues que el padre Ángel ha construido con sus arrestos. Es mentira que este cura necesite donaciones para conseguir lo que nadie consigue; lo hace a fuerza de riñones (por no escribir aquí lo que habría que escribir: básicamente, güevos).

Ha decidido que nada se le va a poner por delante, y el resultado pasma: mientras en Puerto Príncipe todo sigue igual de mal desde el terremoto, él ya ha construido hogar para cincuenta familias y un centro para cuidar ancianos. Habría que inventarse el modo de darle tres vidas más, pues va a ser difícil que nos salga otro tipo así con los actuales cruces genéticos de nuestra especie.

Quizá sea el único retazo de esperanza que puede verse en esas calles destartaladas en las que, por no haber, ni aparece un coche de la ONU más allá del aeropuerto, y ni un solo soldado de los miles que dicen que hay. La gente se hacina en las mismas tiendas de campaña que se levantaron con urgencia hace cuatro meses, al lado de edificios derrumbados sin desescombrar. En este tiempo a nadie se le ha ocurrido hacer nuevos campamentos. Lo único estable es la obra del padre Ángel, y no ha hecho más barracones de madera con agua corriente y luz porque el gobierno, o lo que sea que gobierna allí, no le deja. Así es la vida: no le dejan.

Haití es la boca del infierno. Más allá de la entrada, el vagar de cuerpos será el vagar de espíritus, pero no creo que pueda encontrarse mucha más diferencia: deambular entre miseria para ver si acaba el día y comienza otro y hacer lo mismo. En la boca del infierno todo se convierte en un esperar a nada cada minuto que pasa.

Por eso hay que admirar al padre Ángel y a la gente que le ha echado narices de presentarse allí: Roberto les puso un generador de electricidad; Carlos les cavará un pozo; Soledad les llevó toneladas de medicamentos… Sin embargo, lo mejor es que estos “mensajeros” son capaces de conmoverse con ellos: Susana llora porque se encuentra con las monjas que trabajan allí; Gemma juguetea con las niñas para que sonrían; Sandra respira hondo detrás de sus gafas de sol para no emocionarse; Isabel pone un micrófono para denunciar la miseria, y Araceli les canta algo con Alejandro por si vale. Quizá valga todo.

Han vuelto con algunos recuerdos en sus cámaras de fotos. Pero tengo la impresión de que lo más sustancial del viaje no lo van a poder enseñar en un power ponit: se les ha quedado dentro, en el cuajarón del alma. Y no siempre es fácil traducir lo que dicen algunas miradas.

martes, 18 de mayo de 2010

Desde Montánchez: ZETA, NO SALGAS DEL DESPACHO


No provoques, y dile a tu gente que se quede sentadita en el coche oficial, disfrutando de sus prebendas mientras puedan. No salgas del despacho, Zeta. Has engañado a demasiada gente como para pedir que estén calmados.

Andan con los puños cerrados y los dientes apretados, Zeta. Y no los de la derecha, precisamente: tu gente, gobernante incapaz, tu gente. Les has engañado porque creías que eras el más listo y que podías pasarte la vida buscando culpables en vez de soluciones.

La gente tiene miedo al futuro. Por vez primera, creemos que nuestros hijos van a vivir peor que nosotros, y que nosotros vamos a terminar viviendo peor que nuestros padres. Has dejado este país como si por aquí hubiera pasado una guerra. Sin cascotes, ni incendios, pero tal cual una guerra, o un tornado.

Ya te has ganado los primeros pitos en cuanto has asomado la cabeza fuera de La Moncloa. Mejor que te quedes cuidando tu armario gótico. Te has convertido en una provocación andante. Y eso que la gente que no te vota es pacífica; si fueran tan violentos como los tuyos que se fueron a quemar sedes del PP, ahora mismo España era peor que Grecia.


Porque no somos Grecia, ya lo sabemos, pero estamos obligados a hacer lo mismo que Grecia. Vaya risa.


No salgas de La Moncloa, Zeta. Ni siquiera cuando dimitas o cuando te echen las urnas vas a poder salir a la calle: porque se puede gobernar mal, pero no se puede engañar tan descaradamente a todo el mundo.


Un última cosa, Zeta: Aznar, ése tipo al que tanto odias, tenía razón… Nunca nadie hizo tanto daño en tan poco tiempo como tú.



domingo, 16 de mayo de 2010

Desde Montánchez: SABOTAJE AL PP


Conforme las elecciones se aproximan, la actividad propagandística se funde en el frenesí. El despliegue es furibundo. Hay que ganar. Como sea. No hablemos de crispación. Utilicemos el sustantivo tensión. No refiramos agresividad, sino pasión. Rechacemos la violencia y acojamos la serenidad. Condenemos el sabotaje y ovacionemos el juego limpio. De cara al exterior, lo dicho. Entre nosotros, el lado oscuro de la ley. Sabotaje. Por supuesto, que sí. Daño continuado a todo y a todos. Sin miramientos para quienes nos hagan frente. Palabras de Zapatero.
El PP es el enemigo a batir. No es el adversario. El PP es el enemigo implacable al que hemos de derrotar y de humillar. Más disimulemos y simulemos. ¿No es lo mismo? Ni hablar. El lenguaje es un arma de destrucción tan afilada como el alfanje. Hemos de disimular para tapar y encubrir nuestros errores, para disculpar o tolerar los desmanes de los nuestros, y para disfrazar las caóticas acciones de Zapatero y demás compañeros de fatigas. Cuando simulemos, la ficción continúa pero con otro sentido. Simulamos para representar un papel que no nos corresponde pero que tenemos que usurpar. Simulamos cuando vestimos a Zapatero de líder con talante y, en vez, de rey traidor, le hacemos interpretar el Romeo que muere por amor a España.

Sabotaje y muerte. Las elecciones no son una fiesta de la democracia. Fiesta, para el que gana. Sepelio para los que pierden. Las elecciones son un conflicto social de primera magnitud. El conflicto es la suavización del combate, de la pelea, del enfrentamiento armado. Expresemos, en público, la idea de conflicto. Más, en privado, lucha a muerte. La supervivencia en el poder depende de la victoria final. La batalla se hace más dura y violenta. Al enemigo, ni agua, salvo que esté envenenada. Cara de santo por delante y satánica por detrás. Sin que nadie perciba nuestro juego. Consignas de Zapatero.
El PP ha comprado la mayoría de los décimos para que le toque el bono loto del sufragio municipal, la primitiva del comicio autonómico y el euromillones de la cita general. Sabotaje. Hurto o robo, a discreción. Falsificación de billetes, a capricho. Calumnias e injurias, sin temores al Fiscal. Congestión de la red, por momentos. Manipulación de antenas, a conveniencia. Inserción de neuras, angustias y agonías. Obstrucción de las fuentes de financiación, a lo Al Qaida. Jirones de la memoria histórica, a sangre. Rememoranzas sesgadas del franquismo, a tutiplén. Sabotajes mil. Al PP. Contra el PP. Órdenes de Zapatero.

Mucho Prestige, toneladas de Irak, centenares de gürtel. Aznar y Hitler. Zapatero con Obama. Matas, corrupto y Bono, cristiano. Rubalcaba, ermitaño y Trillo, burgués. Rajoy, avestruz y Felipe, dios. Soraya, madrastra y De la Vega, Blancanieves. Salgado, que entra y Cospedal que sale. Garzón, mártir y Luciano, muerto. A Luciano, como a Marino, muerte. La verdad no es la verdad la diga el rey o su cochinero. No. La verdad es patrimonio del alma y el alma sólo es de Dios. Y quién es Dios. Dios es el poder. El poder del PSOE. Los demás, almas demoníacas. Al infierno. Propaganda de Zapatero.



La que nos va a caer con... Zapatero.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Desde Montánchez: GARZÓN SE ESCURRE


“Qué ha de temer un hombre tan cabal y con tantos partidarios. Nada. Debe buscar que la verdad resplandezca. Su estrella brillará, entonces, como nunca. Si se escuda en la forma del proceso en vez de salir a pecho descubierto dando la batalla a sus denunciantes, estará ingresando en el saco de los malayos o de los astapos. Qué pena. Quién lo vio y quién lo ve. Inocente. Sin duda. Pero cobarde, un montón”.

El párrafo precedente, que entrecomillo, está extraído de otro artículo de este blog. Precede y procede. Cobarde es quien carece de ánimo y de valor. Cobarde es quien se escurre. Se escurre quien se esconde. Escurrido es lo caduco y lo que desaparece con facilidad. Garzón pide el traslado. Ha dejado de solicitar licencia por estudios. Ahora se traslada. En plena vorágine judicial, don Baltasar se muestra esquivo ante el riesgo. Dicen que quien a hierro mata, a hierro muere. Dicen. Pero no siempre es así.

Este articulista se acuerda de Gómez de Liaño. Mi admiración hacia el hombre. Mi alabanza hacia el ser humano. Nunca apartó la cara. Se la rompieron. Pero no fintó el golpe. Declaró su inocencia y lo sentenciaron culpable. Garzón fue uno de los judas que traicionaron a este hombre bueno. Al final, demostró su verdad y los infames que asesinaron su honor, como infames quedaron.

Garzón, no. Garzón se escuda en los muertos de la guerra, en los favores de Prisa, en la mudez del PSOE. Se escuda tras las amplias espaldas del poder. Poder y fuerza. Autoridad, poca. De la misma manera que Bono, su patrocinador de antaño, se parapeta en su condición de patriota, de cristiano y de socialista para justificar su inexplicable incremento patrimonial. Cómo son estos obreros. Cómo se las arreglan estos psoecialistas. Cómo.

El Tribunal Penal Internacional espera a Garzón. Una huida a tiempo puede evitarle la suspensión cautelar. Se va Garzón. Hasta luego. Hasta pronto. Hasta que la Justicia haga honor a su nombre. Ay, Pacheco, Pacheco, lo del cachondeo se inscribió a fuego en el frontispicio de los tribunales. Ay, Garzón. Puente de plata, no, porque no eres mi enemigo. Puente de lata, sí, pues, al cabo, todos tienen derecho a la escapatoria. El destino nos dirá durante cuánto tiempo se prolonga la huida, digo, el traslado. Anguila. Sérpido.

viernes, 7 de mayo de 2010

Desde Montánchez, RAJOY: DEMASIADA GENEROSIDAD

No es posible explicar que Rajoy accediera a la cita con Zeta sin calificarlo de excesiva generosidad del líder del PP, muy cercana a la estupidez.

Esa reunión nunca debió ser aprobada por una oposición seria: si Zeta necesitaba una bocanada de oxígeno, que se la pida a la Zeja y a los sindicatos y al de Marsans.

Al final, ahí tenemos la conclusión: han llegado a un súperacuerdo para reformar las cajas de ahorro. Me muero de la risa.

Rajoy no puede ser tan generoso con quien no lo merece. Con ese mismo que lleva seis años unido a sindicalistas, nacionalistas y radicales para expulsarle del mapa. No hace cuatro días que los socialistas tacharon al PP de heredero del franquismo. Y a esos mismos ha ido Rajoy a darles credibilidad. Inexplicable.

Su Majestad el Rey, con todo el respeto que me merece, se equivoca: Señor, no es cosa de la Unidad Nacional dar cabezazos a la política económica de Zeta. No, Señor. Quizá Vuestra Majestad no recuerde que ha habido asuntos en esta Legislatura sobre los que pedir consensos y me da a mí que no le han escrito discursos sobre ellos: consenso sobre las reformas de los estatutos de autonomía, sobre todo el catalán; consenso sobre el cambio de la Ley de Aborto; consenso sobre el gasto público; consenso sobre el diálogo con los terroristas de Eta.

Eso sí hacía referencia la Unidad Nacional y a concepto de España, no la política económica de unos despilfarradores.

Ahora vienen con que resulta que la Unidad Nacional pasa por no criticar a Zeta en su peor momento. Pues, no. Se equivoca el Rey y se equivoca Rajoy: que Zeta se aplique su medicina. Ese líder de la izquierda radical en el poder dijo del PP hace dos semanas “que se cuezan en su propia salsa”. Tomamos nota, señor presidente del Gobierno. Pero, ahora, cuécete tú en tu propia salsa.

Sin embargo, Rajoy prefirió ir a una reunión sin preparar, con unos acuerdos propios de subsecretarios y un sabor final a paripé sin las soluciones que demanda España.

Si este presidente del Gobierno llama al Jefe de la Oposición, sólo debe haber una respuesta: “lo que usted me quiera decir, me lo cuenta en las Cortes generales, en sesión conjunta de diputados y senadores, emitido en directo por las televisiones”. El resto, es filfa.

Y, Señor, si esto es atacar la Unidad Nacional, considéreme separatista (por lo menos, nunca le escriben discursos contra los separatistas).