domingo, 30 de octubre de 2011

Desde Montánchez, BROMAS CON CATALUÑA


Los que amamos a Cataluña no dejamos de admirarla. Es una de las joyas de la corona de España. Destacada en tanto gavilla sobresaliente, son muchos quienes, asimismo, quieren cortar de un tajo su altiva presencia. En el país de las desigualdades, ser demasiado distinto es un problema añadido. Eso ocurre con Cataluña. Es parte de una España de la que algunos quieren separarla mientras otros se empecinan en atarla corto y hacerla cautiva de una mediocridad lacerante. Cataluña es historia de España y España no entenderá jamás su historia sin Cataluña.

El señor Peces Barba, uno de los papás de la Constitución, tiene poca gracia y bastante mala leche. El infortunado Comisionado anti-víctimas del terrorismo y defensor de la normalización política de sumisión a ETA se ha pasado dos pueblos con unos comentarios que, acaso, pretendieran ser jocosos, pero revelan, por el contrario, la poca calidad chistosa del político psoecialista. Ha aprovechado para desbarrar su intervención en el X Congreso Nacional de la Abogacía. Qué risa. Los abogados, sobre todo los catalanes, es que se partían. La majadería pone un piso más en el castellet de inestable equilibrio en la difícil coyuntura que atraviesa aquella comunidad autónoma. Decir que “nos habría ido mejor si Olivares hubiera preferido Portugal a Cataluña”, es una comicidad de inmersión lingüística a la inversa.

Si tamaña estupidez se hubiera dirigido hacia los vascos, hoy los de Amaiur estarían brindando con champán por el impulso gratis que hacia su ansiada secesión les propina Peces Barba. De referirse a los andaluces, nada pasaría. Para eso están los mastines conmilitones de Griñán, para quitar hierro a la memez dialéctica. Especial, la carcajada de don Mario Jiménez, que, a no dudar, contraatacaría echando vinagre al silencio de Javier Arenas. Torpe el constitucionalista. Muy torpe. No sé si los años han restado lucidez a su proverbial capacidad. O lo mismo que su inteligencia era más fruto de la propaganda que de factores vectoriales tipo Spearman.

Uno no sabe si su intención era buena en el sentido de propender a la defensa de la unidad de España, seriamente amenazada por las concesiones de su amigo Zapatero a los mamporreros de la banda etarra. La fractura de la nación española significaría el fracaso de Peces Barba y de los redactores de la Carta Magna. Corolario de la metedura de pata fue su alusión a los históricos bombardeos de Barcelona y a la interpretación de sus derrotas militares como festividades simbólicas. Es que los catalanes son muy susceptibles, se queja el prohombre, que no sé si chochea o padece algún desvarío pasajero. Hombre, don Gregorio, si sus teorías constitucionalistas son tan acertadas como sus comicidades, mejor que prepare varios volúmenes de actualización.

Paradigma del bombero pirómano, Peces Barba hace un llamado a la unidad de España. A la vez que prevé la oleada fiera que de Vascongadas se aproxima. En su Constitución hay elementos que previenen hechos como los que se avizoran en la cercanía del tiempo. Entre ellos, las fuerzas armadas. Para poner en marcha ese mecanismo, habría que haber evitado jueguecitos como los de Eguiguren, Urkullu, Ibarretxe o Rubalcaba. Si el senior catedrático habla de la independencia de Portugal, está echando toneladas de leña a la pira vasco-catalana. Una monada de señor. Una nonada. Esta persona es una nonada.

No dan una a derechas. A la izquierda, sí, en forma de pasta, de mucha pasta.

sábado, 22 de octubre de 2011

Desde Montánchez, ALEGRÍA CON CAUTELA


Tras la escenificación de la “conferencia de paz” era previsible que ETA moviera ficha en la misma dirección. Los mediadores internacionales llegaron a San Sebastián para, tras una reunión de dos horas, leer las recetas que previamente les habían entregado los convocantes y, posiblemente, los que pagaron las elevadas minutas de tan costosos huéspedes. Era previsible que “el abandono definitivo de la lucha armada” se hiciera público antes del 20-N, para intentar a la desesperada frenar la sangría de votos que padece el PSOE, pero, aún así, es una magnífica noticia que debemos acoger con cautela, porque a lo largo de su dramática existencia, ETA ha hechos muchos comunicados que en poco tiempo sus acciones desmentían.

No parece sensato poner cara de asco a semejante propósito de los terroristas que, aunque sólo lamenten las penurias de su entorno, a falta de un análisis menos apresurado del comunicado, no condicionan su propósito con exigencias y contrapartidas imposibles para que la decisión llegue a buen puerto. Faltan muchos flecos y es necesario saber si ETA tiene realmente la estructura unitaria que parece desprenderse de su comunicado, porque ya se sabe que las serpientes tienen bífida la lengua. Siempre se ha dicho que en ETA hay muchas dependencias y no sería la primera vez que se producen disensiones en su seno. Si ETA abandona su trayectoria de sangre, bienvenida sea su decisión, que no puede quebrar el curso de la Justicia, suponer olvido para las víctimas y borrón y cuenta nueva para sus crímenes.

El daño que ETA ha hecho a España es irreparable y su loco deambular hacia ninguna parte no se puede remediar con un comunicado, porque la guerra sólo habitaba en su cabeza, la lucha armada sólo la emprendieron ellos y la locura y el fanatismo nunca salió de la orilla de los violentos. Se quejan ahora de sus víctimas y eso es un signo inequívoco de que falsean cínicamente la realidad o de que siguen fuera de la realidad, porque en la espiral de la violencia en la que estaban no hay más víctimas que las víctimas de sus desvaríos. ETA es, o era, la que mataba, la que ponía bombas, la que secuestraba, extorsionaba y la que practicaba el deporte del tiro en la nuca.

Si hay alguna contrapartida apalabrada pero no escrita debemos conocerla, porque es mucha la sangre derramada y son muchos los gritos de dolor como para ponerles sordina por un propósito electoral. Ya es bastante extraña la coincidencia temporal entre el comunicado de la banda y el 20-N, porque todavía está muy reciente el vuelco electoral que produjo el atentado en cadena del 11-M. El gato escaldado… España ha madurado en estos ocho años y en mucho tiempo nada va a hacer que volvamos a votar con las tripas. ETA ha muerto, viva la paz


viernes, 21 de octubre de 2011

Desde Montánchez, Participación en la vida pública


Corren tiempos en que dedicarse a la política se ha convertido en la profesión de mayor desprestigio. Al menos, los narcotraficantes y las prostitutas de lujo se compran su buen nombre con el dineral que ganan. Un político, ni eso puede hacer.
En España, increíblemente, nos hemos cargado las bondades de la gente que vive para intentar resolver los problemas de todos, y quienes, en ese intento, procuran abrir debates públicos para que las decisiones emanen del pueblo tras una discusión amplia. El resultado será bueno o menos bueno, pero la intención no tiene mácula de duda.
Así entienden su oficio de político miles de personas. Ciertamente, unos pocos caraduras que han usado sus cargos para robar, han conseguido que estas palabras que he escrito suenen a anhelo inocente. Pero sé lo que digo: en todos los partidos ha habido mala gente, pero la inmensísima parte de los cargos públicos es gente de ley, con quienes se puede discrepar, pero en quienes se debe confiar.
La participación en la vida pública es imprescindible. Y para pensar en las soluciones a los problemas de todos necesitamos a los mejores. Es insensato dejar la política en manos de aquellos que acaban ahí porque no sabían hacer otra cosa. Tienen que estar los mejores.
Ahora bien: si nos permitimos insultar a todos por igual midiendo por el rasero de los ladrones y los tontos; si nos dedicamos a humillarlos, y si la política solo sirve para el grito compulsivo y no para el debate sereno, terminarán gobernándonos los menos preparados que resultan, normalmente, los más zorros para enriquecerse.
Pongo un ejemplo de la situación actual: un político tiene que desnudarse en público y contar su patrimonio. Si tiene mucho, le critican; si tiene poco, se ríen de él. Y quienes lo hacen no están obligados a declarar cuánto ganan ni cómo lo ganan ni por qué lo ganan. Además, piden del político que resuelva los problemas, todos los problemas y ahora mismo, ¡ya! Parece que una buena parte de la sociedad querría que se dedicaran a la política los monjes de clausura con capacitación milagrera.
No es extraño que exista desánimo entre los jóvenes para reflexionar en términos políticos. Es mucho mejor aspirar a ser cantante: si cantas mal, ¡ni siquiera te critican!
Pero no podemos seguir así. Cada cual defenderá su ideología, sus aspiraciones, sus soluciones a los retos de esta sociedad en crisis, pero es obligado hacerlo. Los jóvenes tienen que acercarse a la política, no para obtener un cargo ni un sueldo, sino para contribuir a pensar profundamente en España y en los españoles; en los problemas de hoy y en los que ya se prevén de mañana.
Jóvenes que se entusiasmen con el reto de resolver conflictos que aún no están ni pensados, con la seguridad de que la sociedad estará esperando de ellos que nos entreguen sus mejores ideas, a cambio, eso sí, de no ser insultados ni desprestigiados.
Busquemos jóvenes serios para debatir sobre los problemas serios; y luchemos denodadamente por prestigiar a los políticos, pues es mejor votar a quienes pretendan resolver nuestros problemas que encontrarnos con que nos gobiernan aquellos que se han subido ahí para resolver su vida.

viernes, 14 de octubre de 2011

Desde Montánchez. Españoles, todos con Rajoy.



Empezamos la recta final hacia el cambio en España y queremos contar contigo. Para mantenerte informado de primera mano y recibir tus ideas hemos hecho un gran esfuerzo para estar presente en las redes sociales y queremos invitarte a que, si todavía no lo has hecho, te sumes a nuestro equipo.


Tenemos muchas sorpresas preparadas para los próximos días y queremos compartirlas contigo. Nos vemos en la red.

lunes, 3 de octubre de 2011

Desde Montánchez, 20-N


Vox populi. La anunciada victoria electoral del PP es, más que un deseo, un clamor social. Aquí no vale el “virgencita, que me quede como estoy”. Así no se puede vivir. En este infierno de dudas, sospechas y corrupciones, no debe crecer la ciudadanía. O se cambia o la democracia se prostituye. No cabría, en este caso, la coartada de que vende su cuerpo por dar de comer a los hijos. En absoluto. Más bien lo contrario. La democracia vende a sus hijos porque los responsables de defenderla prefieren el ambiente cortesano.

En este momento, y dadas las circunstancias, el partido Popular tiene en sus manos, únicamente él, la regeneración del sistema basado en la fuerza del pueblo. No hay más alternativa. El Psoe no lo es en estos momentos. Todo lo contrario. La causa de la prostitución halla su sede en la dirigencia del partido de trabajadores que fundara Pablo Iglesias. Su oferta electoral constituye, por tanto, un atentado al sentido común. Una burla a la memoria de los electores. Y como Rubalcaba and company conocen la dimensión del mal, mantienen la estudiadísima fórmula de los delicuentes pillados in fraganti: yo no he sido.

Y como no han sido, la secuencia ejecutiva pasa por arriscar la campaña. Se promete para mañana lo que durante siete años no han cumplido. Se acusa al adversario de las malas acciones propias. Se amenaza a la sociedad con el apocalipsis de recortes sociales. Se hace referencia explícita a la guerra civil. Sacan a la calle los perros rabiosos del enfrentamiento. Advierten del descontrol de los indignados. Se aferran a la violencia callejera como válvula de escape de una población desesperada. Se asombran ante la colocación de bombas como si no supieran de qué va la trama desestabilizadora.

Los terroristas han comenzado ya su tarea destructora. Con tiempo. Colocan los canapés mortíferos del ágape letal. Una bomba ha estallado en la casa donde nació Fraga. Recordatorio. Se inicia la escalada. El fantasma del franquismo fluye de nuevo. La memoria histórica se alimenta con genéricos poderosos. Todo vale con tal de que la derecha fracase. Tomás Gómez no tiene reparos en confesar sus pensamientos: Rajoy quiere para España lo que Esperanza Aguirre para Madrid. Rubalcaba pone el complemento: nos sería muy fácil a los socialistas calentar la campaña. Y tanto. Son peritos en la materia de la confusión. A más embrollos, mayores problemas. El gran mentiroso de los asesinatos de Atocha implora una nueva masacre. Rajoy es un experto en perder, apostilla.

Calma. Al Partido Popular le ha de salvar su serenidad política. Ante los desplantes, temple. Comunicación. Una de las asignaturas pendientes del PP es su política mediática. No aciertan en su intento de trasladar a la opinión pública la respuesta oportuna a la provocación. Por cada tres mentiras del Psoe, seis verdades del Pp. En tiempo inmediato y en forma moderada. A veces, el silencio es mal consejero. Los gritos, pésimos aliados. Entre un extremo y otro, la palabra docta, cierta y seria. Palabra que lleva mensajes de recuperación. Verbo que convence y seduce. Promesa cumplible. No olviden lo que refería el pedagogo: no se hace lo que se quiere; se quiere lo que se hace. Aprendizaje significativo. Cuando este aprendizaje se produce, el enseñante ha encontrado el canal y la sintonía adecuados.

De esta manera, se paliarán los efectos de lo que se prepara una vez las ciudadanía otorgue la confianza al PP. Sobre todo si la mayoría es absoluta. “20-N”. La película. El thriller se está proyectando en cines como el de Villalba, el pueblo de Fraga. De todas formas, la bomba por estallar se llama Seguridad Social. Es muy posible que lo haga en la segunda quincena de diciembre. Atención. Porque no hay un euro.

Un saludo.